Anfitriona
Vivir en una ciudad pequeña tiene sus ventajas, una de esas ventajas es conocer a las personas que nos atienden en restaurantes y servicios. Somos una pareja que visita restaurantes constantemente, al menos una vez por semana. Algunos restaurantes nuevos, algunos ya conocidos, pero al menos una vez al mes vamos a alguno de los favoritos. Desde la pandemia visitamos un restaurante de comida americana que nos da una gran atención y buenos momentos, era el día de nuestra cita romántica y queríamos un lugar familiar para tener nuestro momento de pareja.
Llegamos y como siempre nuestra anfitriona nos saluda como amigos de toda la vida, la misma mesa de siempre y plática inicial. Las novedades y como siempre el cumplido final, y nos dejó disfrutar la velada. Mi pareja voltea y me dice con sonrisa de alegría - Ni te atrevas, ella es mía. - reímos y seguimos en la velada.
Cabe aclarar que siempre fue la mujer consentida de mi pareja, ella siempre me afirmó que ella podría ser su primera vez con una mujer. La anfitriona es muy alta , más de 1.75 metros con sus zapatillas del trabajo, muy delgada, piel color caramelo muy dorado por el sol de la playa. Mi pareja es pequeña, 15 cm menos que ella, cuerpo muy fuerte de su amor al ejercicio, además de la altura había una diferencia muy marcada entre ellas, especialmente en el culo, mi mujer es de caderas anchas y nalgas redondas, hermosas cuando estaban en cuatro, por otro lado la anfitriona tiene una cadera mas delgada pero unas nalgas muy redondas y paraditas, y eso era lo que le exita a mi pareja.
Al día siguiente, fuimos a la playa, salimos temprano rumbo a nuestro lugar favorito, una playa donde tuvimos nuestra primera experiencia en público, ya les contaré esa gran historia. Llegamos y había poca gente, al buscar un lugar nos saludan efusivamente y era la anfitriona de la noche anterior, muy contenta, como siempre solo que ahora en un bikini deportivo y con una pelota de voleibol.
-¡Mis amigos favoritos!- nos gritó, nos saludó con abrazo y lo primero que note fue la mano de mi mujer recargada en la tanga de nuestra amiga, solo faltaba un dedo para que su mano entera estuviera en su nalga. Después de ese gran saludo nos fuimos a nuestra área y tenemos nuestro templete, entre risas le comente que vi su mano en zona prohibida, y riendo me comenta que para ella no era prohibida, y escuchamos la voz de nuestra amiga detrás de nosotros, preguntando qué era lo prohibido, que a ella le gusta mucho de eso.
Mi mujer y su ahora muy amiga, la anfitriona; estaban conversando y una pareja se acercó a ellas, con firmeza se despidieron y se fueron. Nuestra ahora amiga, se quejó que la dejaron solita; que tendría que irse a su casa. Mi pareja inmediatamente reaccionó de manera sarcástica diciéndo que ella la acompañaba. Nuestra amiga se rio y nos invitó a subir a su casa, que era muy cerca del lugar; aceptamos y la acompañamos.
Al llegar a su casa, nos invitó a comer ya que la plática estaba muy buena. Comimos riendo, platicando de anécdotas de trabajo o de alguno que otro chisme de los parroquianos que visitaban su restaurante.Terminano llegó el momento del postre, unas galletas muy ricas de mantequilla que se desmoronan demasiado, y eso fue lo que sucedió, en ese momento, todos llenos de migajas surgió el comentario de mi esposa a sus pechos diciendo que no tenía mucho asi que no se ensucio tanto. La anfitriona le dijo, que eran perfectos que ella le podía ayudar con las migajas en su top bikini, mi esposa se sonrojo y de manera instantánea se notaron sus pezones, muy duros, a lo que nuestra nueva amiga solo dijo, mira les gusto mi idea, se merecen un besito.
Se besó los dedos de su mano derecha y con ellos tocó la punta del pezón de mi esposa. Las dos ríen y mi esposa transformó su mirada. Ahí entendí que hoy habría una primera vez; con esa mirada de deseo que había visto anteriormente, pero solo por una verga, una que ella aún recuerda y se moja, me lo ha confesado. Beso a nuestra cómplice, y fue el momento en que más tensión tenía por la duda si mi mujer se arrepentiría. Se siguieron besando y al final mi esposa le mordió el labio inferior, a lo que me reí intensamente, las dos me vieron con cara de duda -Porque me reía?- a lo que respondí directo sin rodeos, esa mordida quiere decir que se la iba a coger, todos reímos y siguieron un par de besos entre ellas.
Yo solo veia muy cerca, tan cerca que escuchaba sus labios comiéndose entre ellas, se sentía un beso húmedo, un beso de mi putita rica; esa mujer que vive dentro de mi pareja, esa putita rica que pide mas verga, hoy salió a probar una vagina por primera vez. La nueva amante, me pide permiso de commerce a mi mujer, claro que lo tenía, en ese momento tenía lo que ella quisiera, me estaba dando el primer momento lésbico de mi putita hermosa, y sabia que ella estaba muy, pero muy mojada, solo por sus respiraciones.
Las dos bajaron sus blusas y sus pechos estaban hermosos, los cuatro, pequeños, firmes, pero dos diferentes pezones, las tetas de mi mujer tiene pezones paraditos, muy claros y mirando hacia arriba, los de mi nueva mejor amiga eran más planitos y tirando a color café oscuro. Mi esposa no dudo ni tantito en morderlos despacito y la anfitriona solo suspiro, y se recostó en su sillón para dos personas, yo en la silla viéndolas como comenzaba la mejor tarde de mi vida.
Mi mujer en verdad estaba caliente, no dudo en darle un beso en el pubis cubierto por la ropa que ella usaba, ella solo levanto la cadera y ambas bajaron la ropa interior que quedaba, era un pubis limpio, con vello claramente recortado con una forma triangular, mi puta lo comenzó a besar, sacaba la lengua y pasaba por entre los labios muy húmedos, y se detiene un segundo, volteo a mi, y me dice, -ahora entiendo porque me comes tan seguido- ahi dejo de hablar para comerla, yo tenia mi verga en mi mano, masturbandome. Nuestra nueva putita me pidió que me acercara, a su cara, al llegar metió mi pene en su boca y lo mojo, lo sacó de su boca y me ordeno que me cogiera mi putita amada para que la chupara mejor.
Me puse detrás de mi pareja, su culo estaba para arriba, con su tanga muy mojada, la baje y se vio un hilo de sus fluidos que me describe lo caliente que estaba, agache la cabeza y la limpie con mi boca, la lamí desde el clítoris hasta el ano, en mi lengua estaba su humedad, pero no la trague, fui y bese a mi nueva cómplice en la boca para compartirle ese sabor, su lengua jugo con mi lengua, llenándose de el flujo lujurioso de mi putita cachonda.
Regresé detrás de mi esposa cachonda, puse mi pene, el glande específicamente en su vagina y solo lo paseaba entre sus labios sin meterla. Ella gimió y se lo metió, muy firme hasta el fondo. Comencé a moverme y cada que la metía firme ella soltaba un pequeño gemido, estaba en el cielo viendo a mi putita comiendose una vagina mientras yo la penetraba. En unos minutos, estaba gimiendo muy fuerte y apretando mi pene con su vagina, un movimiento de ella que me encantaba, podía apretar a gusto y fuerza mi pene con su vagina, los dos sabemos que esa capacidad se obtiene cogiendo mucho, como toda una putita profesional.
Comenzó a gemir más duro y sentí como apretaba muy fuerte su vagina, me vine delicioso dentro de ella, todo lo que no me había venido en la semana, ahi salio, la deje llena y mojada. Nuestra amiga se estaba masturbando y se acercó a mí para limpiar el pene con su boca y se comenzaba a mover muy fuerte. Mamaba mi pene con su lengua y solo sentí como me saco de su boca y se comenzó a venir delicioso, salía de ella poca humedad pero muy cristalina, mi esposa se acercó, la limpio con su lengua y me beso, los dos comimos la venida de nuestra amiga.
El resto de la tarde la pasamos desnudos en su sala comiendo y riendo. A partir de ahí, cada que visitamos a nuestra anfitriona en su restaurante, nos dice, hola mis amores deliciosos. Cada cuando nos visitamos para hacer mas cosas juntos, mas sexo y experimentar mas primeras veces.